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muchoquedecir

Berlín, Berlín... (6-8 de Agosto de 2004)





Debido a que mi familia, que estaba de visita por aqui, y yo no habíamos visto la capital germana y la gente de la mensa había planificado este viaje decidimos el día 6 de madrugada ponernos en marcha hacia Berlín. El viaje era largo (600 km de autopistas con obras y atascos) asi que Luis y mi padre se fueron turnando el coche. La llegada a Berlín fue un poco liosa pues no sabíamos llegar al hotel pero no dicen que preguntando se llega a Roma? pues, por qué no a Berlín?
Una vez en el hotel (Generator) como buenos turistas cogimos nuestras cámaras de fotos y una guía y nos fuimos a visitar Alexanderplatz (fuente de la amistad entre los pueblos, reloj universal,la casa del maestro con su friso,torre de la televisión con sus 368 metros) y alrededores (Marienkirche y el Ayuntamiento Rojo con la fuente de Neptuno).




Después del paseíto decidimos irnos al hotel y esperar a que llegaran los distintos ingenieros, una física, un administrador de empresas y el abandonado de Max.
Después de unas duchas y una cena rapidita cogimos el tranvía viajando de negro y llegamos a una zona de bares en la que nos sentamos en una terraza de lo mas tranquilos a tomar algo mientras decidíamos por donde salir. Las diferentes propuestas eran barajeadas sobre la mesa pero ante la poca idea que teníamos de las zonas de marcha de Berlín mi familia y yo decidimos irnos de vuelta a casa. Ante lo poco que habíamos podido descubrir del carácter de la noche berlinesa decidimos que al día siguiente no se repitiría la misma situación.
Debido a las pintas de turistas que teníamos (casi como las de los japoneses) hicimos una ruta a nuestro antojo y nos dejamos guiar por nuestras preferencias. Parábamos para visitar los monumentos y hacer miles de fotos. Por la tarde había planteado hacer un tour, andando por la ciudad y lo cierto es que dimos en el clavo pues fue de lo más interesante y entretenido: puerta de Branderburgo, Hotel Adlon (donde Michael Jackson sacó a su hijo por la ventana), lo que queda del muro, el búnker, Check Point Charlie (el nombre viene de la tercera letra del alfabeto griego), la torre de comunicaciones, holocausto, el parlamento,... e infinitas historietas y monumentos más.







Tras curar nuestras ampoyas en los pies y cambiarnos los zapatos, pues la suela se había desgastado, nos fuimos a buscar a una chica que organizaba un tour nocturno y asi evitar lo ocurrido la noche anterior. Como no habíamos cenado decidimos reunirnos con la gente del tour más tarde e irnos a cenar a un restaurante italiano. Cuando la cena acabó llegó la hora de las copas y del botellón improvisado por la calle. Cuando las destilerías se acabaron se decidió no ir junto con el grupo del tour. A pesar de las ganas de descubrir Berlín nocturno, no pudo ser porque un segurata de una discoteca le dijo a Diego que debido a su estado de embriagadez no se le permitía la entrada. Ante este hecho Diego le respondió: tu te crees que si fuese borracho podría hablar contigo alemán? En resumen, la noche acabó de la siguiente manera: 4 personas pagaron la entrada para nada pues no íbamos a abandonar a un amigo fuera del local y la mitad del grupo regresamos a casa.
A la manana siguiente visita al interior y torre de la catedral. Por la tarde retirada de los muniqueses a su lugar de destino.





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